va consumiendo en llamas nuestros besos luz distante apagada en la misma mañana donde la lejanía fracasa, en alas del recuerdo. Acordes melodiosos en la canción quedada donde agonizantes; se desmayan los versos diligentes, atrapando sin saberlo, a la distancia, para que sepas cuánto, amor, te estoy queriendo. Suspiros vagando sin remedio en la alborada deshojándose besos sobre las orillas del vientre en obscuridades claras inconscientes de la nada apretujando el olvido en recuerdos a la mente. Donde la razón gritando se pierde y se calla. Somos, gotas cayendo bravía, cual la lluvia al suelo moribundos sobre el suelo vuelven se juntan impacientes en el mismo transparente aguacero. donde nuestros labios, aún sedientos se buscan conquistando las alturas perversas del mismo cielo. Somos estrellas explotando en éxtasis la mirada, constelaciones rondando en sombras tu espacio, huérfanas de abrazos sin ti; doliente esta el alma, eco perturbando el silencio que te llama a diario, verde negrura desvistiendo el tiempo y la esperanza, pudiera quererte aún mucho más de lo que te quiero, enredadera de piel marchitándose vuelve y taladra, surge la fe que se acomoda en los sentires secretos. ¡sólo para entregarse a tus amores diáfanos y clara! Somos, tanto oleaje azotando en caricias el cuerpo, madrigales de locuras; que empezando no se acaban, rutas distintas de caminos recorridos que han muerto sobre soledades turbias en silencio maldito te llaman sin poder, jamás amarte más, pero tampoco en idolatría menos! Por: Zuleika Merced ©Derechos de Autor 2001 (M) |